Púrpura Trombocitopénica Inmunitaria

La púrpura trombocitopénica inmunitaria, es un trastorno plaquetario que se caracteriza por una disminución anormal de plaquetas en la sangre. Las plaquetas son células sanguíneas que ayudan a detener las hemorragias.

Esta enfermedad afecta a varones y a mujeres por igual. La prevalencia de esta enfermedad es muy baja, es de 100 casos por millón al año.

Este trastorno puede producirse por una reducción de la producción plaquetaria, un aumento de la destrucción plaquetaria y un aumento del secuestro del bazo.

Una reducción de producción plaquetaria, se caracteriza por una disminución de un número de megacariocitos o una disfunción de este en la producción plaquetaria.

Un aumento de la destrucción plaquetaria se produce principalmente por dos tipos de causas:

1.- Naturaleza inmune: Son las más frecuentes y es causada por la presencia de autoanticuerpos, isoanticuerpos, y alergias.

2.- Naturaleza no inmune que se caracteriza por el consumo plaquetario debido a presencia de prótesis cardiacas o vasculares, coagulación intravascular diseminada (C.I.D), infecciones y transfusión masiva).

Un aumento del secuestro del bazo puede ser consecuencia de: desórdenes del bazo, hipotermia y transfusiones masivas.

La gravedad y/o frecuencia de las manifestaciones hemorrágicas se correlacionan con el recuento de plaquetas. Los signos y síntomas más frecuentes de la púrpura son:

– Petequias (pequeñas manchas rojas en la piel del tamaño de la cabeza de un alfiler).

– Esquimosis (manchas rojas en la piel de un tamaño de 2 o 3 cm de diámetro).

– Sangrado de las encías, nariz y boca.

Ocasionalmente en casos más severos se observan estos tipos de síntomas: epistaxis, gingivorragia, melenas, hematuria, y, con poca frecuencia, hemorragias en el cerebro.

Para diagnosticar la púrpura Trombocitopénica idiopática se pueden incluir los siguientes:

– Recuento sanguíneo completo.

– Medición del tamaño, el número y la madurez de las diferentes células sanguíneas en un volumen de sangre específico (para medir las plaquetas).

Es importante siempre descartar la infección por VIH, ya que produce un cuadro clínico similar.

La púrpura trombocitopénica se puede clasificar en dos tipos:

La púrpura trombocitopénica aguda:

La PTI aguda es la forma más común del trastorno, es más frecuente en niños de 2 a 6 años de edad. Los síntomas pueden seguir a una enfermedad vírica, como la varicela, rubeola o hepatitis. Por regla general tiene un inicio repentino y los síntomas desaparecen en menos de seis meses (a menudo en unas cuantas semanas).

La púrpura trombocitopénica crónica:

El inicio del trastorno puede suceder a cualquier edad. Los síntomas pueden durar un período mínimo de seis meses, o varios años. La prevalencia de esta enfermedad es más frecuente en adultos que en los niños, pero afecta también a adolescentes. La prevalencia es mayor en mujeres. Esta enfermedad requiere tratamiento para su mejora.

La PTI leve a menudo mejora sola, dentro de los siguientes seis meses sin tratamiento. Los médicos necesitan hacer chequeos frecuentes. Esto es para ver si la PTI está desapareciendo sola antes de iniciar cualquier tratamiento.

Esteroides: Los medicamentos esteroides pueden ser dados para disminuir la inflamación, la cual es dolor, hinchazón y enrojecimiento. Existen muchas razones diferentes para tomar esteroides. En la PTI los medicamentos esteroides evitan la respuesta de su sistema inmune.

Inmunoglobulinas: Las inmunoglobulinas se pueden utilizar para tratar diferentes problemas. Se pueden utilizar para ayudar al sistema inmune a luchar contra las infecciones. Pueden ayudar también a su cuerpo a no producir ciertas especies de células sanguíneas.

Cirugía: Se puede hacer una extracción del bazo(esplenectomía)

ONG, sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es realizar acciones que contribuyan a la mejora de la calidad de vida de las personas con coagulopatías.

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